La Biblia es el criterio supremo.
La Iglesia Adventista del Séptimo Día apoya plenamente el principio de la Reforma de la sola Scriptura. La Biblia es su propio intérprete, y sólo la Biblia es el fundamento de todo aprendizaje. La Iglesia formuló desde sus inicios los principios doctrinales a través de estudio de la Biblia.
Te recomiendo, querido lector, la Palabra de Dios como la regla de la fe y la vida. EGW año 1851
La Biblia nos cuenta que la iglesia en los primeros años de existencia perseveraba unánime, esta palabra siempre me ha llamado la atención y más que estar siempre juntos se refiere a estar siempre unidos, siempre conectados, no por la web, sino por la mejor y mayor comunicación que puede existir entre los seres humanos, el amor en el Señor. Ellos compartían momentos en el templo y por las casas alabando a Dios, comían con alegría y sencillez de corazón. Esta era una iglesia feliz, que se ocupaba de los hermanos que padecían acausa de la persecusión y del costo que para ellos era ser considerado un seguidor de Cristo (un cristiano). Somos felices en la medida que comprendemos el gran amor del Señor, este amor que está dispuesto a darse por los demás, el Hijo de Dios fue dado por el Padre, para que todo aquel que crea en él tenga vida eterna (Juan 3:16), el Espíritu Santo nos fue dado por el Padre y él derrama su amor en nuestros corazones (Romanos 5:5).
Somos invitados a imitar a esta iglesia que perseveraba unánime, comían con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios. El resultado de todo esto era que el Señor añadía a la iglesia los que habían de ser salvos. No debemos olvidar que el Señor añade a las personas, nosotros tenemos el privilegio de mantener nuestro redil alegre, sencillo, en alabanza a Dios, el texto en los versos anteriores menciona cómo era esta comunidad, también era solidaria, justa, poderosa. Dios nos de el privilegio de llegar a ser una comunidad semejante.